Liam en la portada de Esquire España

Todos los caminos llevan al reencuentro de One Direction, la ‘boyband’ del milenio. Pero cuando a tu paréntesis en solitario se unen colegas como Ed Sheeran o J Balvin, o cuando una firma como HUGO te invita a volcar tu creatividad en sus talleres, la prisa se evapora, y entre el éxito del pasado y el éxito del futuro aparece el éxito de verdad. Y sales en la portada de Esquire

Un día te crees algo por escribir en Esquire y al otro rematas una entrevista preguntando a una persona de 26 años por su fobia a las cucharas. “A las cucharas sucias”, te matizan. Es el tipo de información previa que manejas cuando te enfrentas a un icono pop juvenil. Escindido, cual brazo de estrella de mar, de una de esas boybands que a la vez prenden y sacian el furor adolescente de una generación a nivel planetario. A documental de naturaleza también evoca la forma en que cada parte de ese todo cobra vida propia y baila por el mar mediático lo más lejos posible de las otras fracciones, pero siempre con una inercia como de universo que, por mucho que se expanda, irremediablemente se contraerá en el futuro. “Si hablamos de volver a estar juntos, la pregunta no es si ocurrirá, sino cuándo. Y no sé la respuesta”, ratifica Liam Payne (Wolverhampton, Reino Unido, 1993), exmiembro de One Direction y odiador de cucharas. Y lo hace con más optimismo que resignación. Si es que ambas fuerzas internas no son la misma.

ESQUIRE: ¿Tenéis grupo de WhatsApp?
LIAM PAYNE: No, la verdad es que no.

Hay algo fascinante en ese tiempo intermedio. Viendo grupos de ida y vuelta como Backstreet Boys, Take That o Jonas Brothers, se percibe esa tendencia a encumbrar y a tumbar, como si el éxito en solitario de un componente conllevara el fracaso de otro. Llámalo intercambio cuántico de partículas subatómicas, llámalo mala follá generalizada. Pero podríamos estar ante la excepción. “Somos la única banda de la historia que ha conseguido que todos sus miembros entren como solistas en el top 10 de la Billboard. Si lo piensas, es un fenómeno”.

Liam cumplió con su porción del hito desde su primer single, Strip that down, escrito por Ed Sheeran, a quien conoce desde los 17 años. Y ahora repiten fórmula (pop pegadizo+rapero) con Stack it up, su último tema. “A Ed le divierte escribir para mí porque puede lanzar mensajes que a él no le pegan [en este caso, el título hace referencia a ‘apilar’ dinero], y eso mola. Lo mejor que te puede pasar en la vida es que él escriba para ti, porque es literamente el mejor letrista del mundo ahora mismo”. Entre una y otra canción se marcó otras dos colaboraciones, una con Rita Ora para Cincuenta sombras de Grey y otra con J Balvin, el rey Midas latino.

ESQ: ¿Sabes quién es Rosalía?
LP: No, la verdad es que no.

Incluso sin un disco completo en sus cinco años de independencia musical –acaba de anunciar por fin que saldrá a la venta el 6 de diciembre bajo el título Lp1–, el cantante ha logrado mantener el estatus de ídolo. Con todo lo que conlleva. A la sesión de fotos llega con guardaespaldas y una generosa troupe entre cuyas funciones se percibe la de subrayar una posición en la industria que todos saben escurridiza. Frágil. Que puede reforzarse o tambalearse según cómo se surfeen ciertas polémicas. Por ahora, el ‘producto Liam Payne’ ha salido indemne de un divorcio de otra celebrity británica, de una supuesta relación con Naomi Camp­bell, de un desliz erótico en Instagram... De hecho, más allá del aparatoso parapeto profesional, da la sensación de que domina su carrera con una tranquilidad y un humor muy saludables.

ESQ: ¿No has sufrido en esa transición? Porque hay muchos artistas que tocan fondo al dejar sus bandas...
LP: Fue más difícil la primera vez que el grupo se dio un tiempo, porque es duro estar acostumbrado a trabajar tanto, siendo, además, tan joven, y parar de repente. Por eso hay mucha gente que pasa por momentos muy complicados cuando se tiene que retirar.

ESQ: ¿Ha cambiado tu percepción del éxito desde que eres solista?
LP: Sinceramente, hoy considero que el éxito se basa más en la idea de equilibro. Porque hay veces que pones demasiado el foco en la vida profesional y no lo suficiente en la personal, y yo tuve esa lucha interior durante mucho tiempo. Ahora están equilibradas y creo que nunca había sido tan feliz.

A ese bienestar contribuye su capacidad para sembrar el nebuloso paréntesis de otras experiencias. Sobre todo en la moda, gracias a su colaboración a largo plazo con HUGO. Muchas de las prendas que luce en este reportaje son de su propia colección, para cuyo diseño ha contado con el apoyo de grandes personalidades. “Uno de los primeros amigos que hice en este mundo fue Edward Enninful, el editor de moda de Vogue, y me cuida muchísimo. Otro gran amigo es Kim Jones, el diseñador de Dior. Él me dio el mejor consejo: ‘Esto es como la música: una vez que has tenido un éxito, ya sabes qué quiere la gente de ti y todo se vuelve más fácil’”.

ESQ: También eres imagen de la ropa interior de HUGO. ¿Es más un reto para tu físico o para tu autoconfianza?
LP: En 2019 ya no se trata tanto de lucir cuerpo como de promover que cada uno sea como quiera. Pero tampoco quería que nadie pensara que no estoy para posar en ropa interior, así que me he esforzado cantidad. ¡El gimnasio es el 90% de mi trabajo últimamente! Ya han salido las primeras fotos con dos dioses de la moda como Mert & Marcus y pronto habrá más.

Además de testosterona, Liam destila ironía genuinamente británica y también una telegenia que le acerca a otro terreno por explorar, la interpretación: “Requiere que te concentres del todo en ello y yo sigo demasiado ocupado con la música y la moda, pero me ha ido fenomenal en muchos castings y siento que es algo bueno que se está acercando”. De hecho, tal como explica en el vídeo de la cabecera, estuvo a punto de interpretar un personaje en Peaky Blinders: "Tuve una reunión con el autor de la serie y me hubiera encantado hacerlo, pero tenía que ser alguien un poco mayor que yo por la naturaleza del personaje, que era de mi ciudad natal, Wolverhampton". De esta manera, cuando el eterno retorno termine de cerrar el círculo, esta estrella llegará a la reunificación con un bagaje redondo. 360º, que diría Paquita Salas. Como el reflejo de tu cara en los dos lados de una cuchara. A poder ser, limpia.







Detrás de escena:



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