Harry para Rolling Stone: "Mi nuevo álbum se trata sobre tener sexo y estar triste"

Harry Styles está en la portada de la revista Rolling Stone y comentó sobre varios temas, incluidos su próximo disco que está en las etapas finales. "Se trata sobre tener sexo y estar triste", afirmó sobre los temas que tocará en su música. Luego de pasar toda su vida en el ojo público y guardar su privacidad lo más posible, afirma que ahora hay cosas que quiere decir. "Soy mucho más abierto. Descubrí que me hace sentir mejor ser abierto con mis amigos. Prefiero sentir esa vulnerabilidad que dejarlo todo adentro", afirmó. Como muchos de los chicos de su edad, Harry se cuestiona la cultura, la identidad de género y muchos temas importantes. "Me siento afortunado de tener un grupo de amigos que les gusta hablar sobre sus emociones y ser abierto", dijo. "El padre de un amigo me dijo: 'Ustedes son mejores que nosotros. Nunca tuve amigos con los cuales hablar. Es bueno que ustedes se tengan porque hablan de cosas reales. Nosotros no lo hacíamos'". También ha cambiado la forma en que escribe canciones. "Para mi no significa que me sentaré y estaré como: 'Esto es lo que llevaré para cenar, aquí es donde como todos los días, esto es lo que hago antes de dormir'", dijo. "Pero te diré que puedo llegar a ser patético cuando soy celoso. Sentirme más feliz que nunca, más triste que nunca, sentir pena por mí mismo, estar enojado conmigo, no tener tanta importancia y dar lástima, eso es realmente algo diferente para compartir". Harry afirma que durante su tiempo en One Direction, tenía mucha presión y ansiedad. "Cuando estaba en la banda, constamente estaba asustado por cantar una nota incorrecta. Sentía mucha presión por no equivocarme. Recuerdo cuando firmé el contrato para mi álbum y le pregunté a mi manager '¿Qué pasa si me arrestan? ¿Significa que el contrato será nulo?'. Ahora siento que los fans me han dado espacio para ser yo mismo, crecer y crear este espacio a salvo para aprender y cometer errores". Las drogas psicodélicas empezaron a jugar un papel clave en su proceso creativo. "Tomábamos hongos, nos acostábamos en el pasto, y escuchábamos Ram de Paul McCartney a la luz del día", dice. "Llevábamos los parlantes al jardín". Guardaban chocolate con porro en la heladera del estudio, junto a la licuadora. "Escuchabas la licuadora y pensabas: 'OK, vamos a tomar margaritas heladas a las 10 de la mañana'". Señala un rincón: "Ahí es donde estaba parado cuando tomamos hongos y me mordí la punta de la lengua. Estaba tratando de cantar con sangre brotándome de la boca. Muchos lindos recuerdos en este lugar". Después de tantos años haciendo discos de One Direction durante las giras, siempre a las apuradas, finalmente puede tomarse su tiempo y disfrutar de la locura. "Estuvimos seis semanas acá en Malibú, sin ir a la ciudad", dice. "La gente traía los perros y los hijos. Hacíamos pausas para jugar torneos de cornhole. ¡Valores familiares!". Pero también es el lugar en el que sangró orgullosamente por su arte. "Hongos y sangre. Ahí tenés el título para un disco". Harry señala por la ventana hacia las olas del Pacífico, donde acaso hayan tenido lugar algunas fiestas desnudo, y donde quizás se haya perdido algún pantalón. "Hubo una noche en la que estábamos un poco de fiesta, y terminamos bajando a la playa y perdí todas mis cosas, básicamente", dice. "Perdí toda mi ropa. Perdí la billetera. Más o menos un mes después, alguien la encontró y me la mandó por correo, anónimamente. Creo que apareció en la arena. Pero lo más triste es que perdí mis pantalones de corderoy color mostaza preferidos". Cómo fue cambiar su sonido luego de 1D: "Yo sé que es lo mismo que pasa siempre. Cuando alguien se va de una banda, dice: 'Ese no era yo. Me estaban limitando'. Pero yo sí era ese. Y no siento que me estuvieran limitando. Fue muy divertido. Y si no lo hubiera disfrutado, no lo habría hecho. No era que estaba atado a un radiador". Cada vez que Harry menciona One Direction -nunca por su nombre, sino como "la banda" o "la banda en la que estaba" -, usa el tiempo pasado. Es mi obligación preguntarle: ¿Piensa que 1D ya está terminado? "No lo sé", dice. "No creo que diga que jamás lo haría de nuevo, porque no me siento así. Si hay algún momento en el que todos realmente queramos hacerlo, entonces solo ahí lo haríamos, porque yo no creo que deba pasar por otra cosa que por decir: 'Hey, esto era muy divertido. Deberíamos hacerlo de nuevo'. Pero hasta que pase eso, yo estoy disfrutando mucho de hacer música y experimentar. Disfruto demasiado de hacer música así como para hacer un cambio total, como para volver a hacer eso otra vez. Porque también pienso que si volvemos a hacer las cosas del mismo modo, igual no sería lo mismo". Cuando el grupo paró, ¿conservó esas amistades? "Sí, creo que sí", dice. "Definitivamente. Por sobre todas las cosas, nosotros somos las personas que atravesaron todo eso. Siempre vamos a tener eso, incluso si no somos amigos cercanos. Además, no es que por haber estado en un grupo con alguien tenés que ser su mejor amigo. No funciona así. El hecho de que los Fleetwood Mac se pelearan no significa que no fueran maravillosos. Creo que incluso en los desacuerdos hay respeto mutuo. Hicimos algo muy bueno juntos, y siempre tendremos eso. Es demasiado importante como para que yo diga: 'Oh, esto ya se terminó'. Pero si vuelve a ocurrir, tendrá que ser por buenas razones". Durante sus shows, Harry utiliza las banderas del orgullo gay y explicó el motivo: "Quiero que la gente se sienta cómoda con lo que quiera ser", dice. "Quizás en un recital puedes tener un momento de saber que no estás solo. Yo soy consciente de que, como varón blanco, no me pasan las mismas cosas que mucha gente que viene a los recitales. Yo no puedo decir que sepa lo que es, porque no lo sé. Así que yo trato de no decir: 'Yo entiendo lo que es'. Lo que yo trato es que la gente se sienta incluida y vista". Además, Harry trata de llevar mensajes positivos contra la violencia e igualdad. "No pasa por mí como defensor de la causa, porque yo no soy la persona para eso", dice. "Pasa por no ignorarlo, supongo. Me daba un poco de nervios hacerlo, porque lo último que quería era que pareciera como si yo dijera: '¡Mírenme! ¡Soy un tipo bueno!'. No quería que ninguna persona involucrada realmente en el movimiento pensara: '¿Qué mierda sabés vos?'. Pero cuando lo hice, me di cuenta de que la gente lo entendió. Todo el mundo en ese lugar está en la misma página, todo el mundo sabe lo que yo defiendo. No digo que entienda lo que se siente. Yo sólo quiero decir: 'Te veo'". En febrero, se pasó su cumpleaños número 25 sentado solo en un café en Tokio, leyendo Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Haruki Murakami. "Me encanta Murakami", dice. "Es uno de mis preferidos. Antes leer no era lo mío. Tenía un rango de atención muy corto. Pero salía con alguien que me pasó algunos libros; sentía que tenía que leerlos porque si no los leía ella iba a pensar que era un tonto". Una amiga le dio Norwegian Wood, de Murakami. "Fue el primer libro, quizás de mi vida, en el que lo único que quería hacer era leerlo", dice. "Tuve un cumpleaños muy Murakami porque terminé quedándome solo en Tokio. Desayuné pescado a la parrilla y sopa miso, después fui a un café. Me senté a tomar té y leer durante cinco horas". Harry siempre tuvo una apasionada base de fans mujeres y, admirablemente, nunca sintió la necesidad de simular que no le gusta. "Son las más honestas. Especialmente las adolescentes, pero las más grandes también", dice. "Tienen un detector de boludeces. Yo quiero que el público sea honesto. Hace mucho tiempo que ya pasó esa vieja narrativa estúpida de decir: 'Oh, son chicas, así que no saben de lo que hablan'. Ellas son las que mejor saben de lo que hablan. Son las que escuchan con obsesión. Ellas son las dueñas de esta mierda. Ellas son las amas". Él no tiene el aspecto nervioso que tiene otra gente acerca de la política de género, o acerca de identificarse como feminista. "Creo que al fin de cuentas el feminismo es pensar que los hombres y las mujeres deberían ser iguales, ¿no? La gente piensa que si decís: 'Soy feminista', significa que pensás que los hombres deben arder en el infierno y las mujeres deben pisarles el cuello. No, es que piensas que las mujeres deben ser iguales. Eso no me parece algo loco. Yo me crié con mi mamá y mi hermana. Cuando te crias entre mujeres, tu influencia femenina es mayor. Por supuesto que los hombres y las mujeres deben ser iguales. Yo no quiero que me den crédito por ser feminista. Es simple. Creo que los ideales del feminismo son bastante directos".


Fuente: Rolling Stone

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